lunes, 31 de agosto de 2009

Julia escribe...

Yo nací enamorada de la letras y las palabras, en un principio me enamoré de sus sonidos, pero más tarde al descubrir la tinta y y el grafito cualquier garabato me parecía la mejor decoración para una hoja en blanco. Mi obsesión por la forma de las letras y el ritmo de las palabras me llevaron después a otra obsesión: la ortografía. Siempre he creído que sin buena ortografía jamás se será un buen escritor. Para mí la ortografía representa la cortesía hacia las palabras y a su sonido.  

La escritura me deleita por que no discrimina. Te permite hablar de todo. Si nos sumergimos en los universos de las letras como las enciclopedias, las historias fantásticas, los guiones, etcétera, inclusive en nuestros propios apuntes, podemos darnos cuenta que la escritura nos da la libertad de hablar de lo que se nos antoje. Sólo existe por que a alguien le han dado ganas de crearla. No pide más condiciones.

Escribir purga, en ella siempre está implícito su creador. Para mí la manera más elegante de regurgitar es la escritura. Cuando escribimos no sólo le escribimos a alguien más sino a nosotros mismos. Octavio Paz escribió algún día: ¿Quién habla cuando yo hablo? Esto aplica también a la escritura, cuando escribimos no sólo escribimos sobre nuestro estado actual sino sobre nuestro pasado, sobre lo que somos y no somos, nunca sé es la misma persona y eso lo comprende la escritura. La escritura es el comienzo de todas las cosas, se escribe en la mente para después transmitirla. Otra de las razones por la que la escritura me emociona es por que la palabra compromete, te orilla a la reflexión y a la duda. La escritura nos recuerda la existencia y el humanismo. El hombre está hecho de palabras. Yo escribo por el simple hecho de ser humano y por que he nacido con la necesidad de ello. No se escribe sólo con tinta, se escribe con todo: con miradas, con luz, con recuerdos, con imágenes, con cualquier cosa.

Como soy una gran admiradora de la literatura me gusta la creación de personajes, toda cosa puede ser transformada en sujeto. Los géneros periodísticos se encuentran un poco alejados de mi, por que no me dan la libertad de crear, (claro, sólo ciertos géneros) pero me gustan por que me dan la oportunidad  de la honestidad y el compromiso social.

Aún no sé definir mi estilo al escribir, sólo sé que me gustan los temas filosóficos, la descripción, la invención de personajes y que la creatividad llegue hasta sus límites. Para mi todo puede ser un personaje: un adjetivo, un adverbio, el silencio, cualquier cosa tiene derecho a experimentar la vida (aunque sea de manera ficticia), la escritura me da la oportunidad de eso y por eso me hace feliz.

Debo confesar que me da demasiado miedo ser leída, la escritura es una especie de desnudez al mundo. Pero no me pongo nostálgica, habrá a quien le guste y a quien no, sólo así se aprende a ser escritor.

Al final, ésta soy yo...


3 comentarios:

  1. Vientos Edna es el mejor post que he leio hasta el momento sigue asi
    atte. Bernardo.

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  2. Bien. Pero excediste las cien palabras. Saludos!

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  3. Definitivamente eres una gran escritora. Me confieso morboso por leer tus escritos, y emocionado de poder aprenderte.

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